De recorrida por Holanda del Norte

Alkmar – Edam – Monnickendam – Marken

14 JUL 2023

Hoy era día de salida en la camper para recorrer pueblitos que prometían encanto. Como en uno de ellos, justo en viernes, había un mercado de queso que operaba entre 9am y 1pm, comenzamos por allí (por lo demás, el punto más alejado desde Amsterdam del recorrido que pensábamos, siempre haciendo base en el Vliegenbos Camping, una maravilla (la única crítica, la mala conexión de internet).

Alkmark

Dejamos la camper a unos pocos minutos caminando del centro adonde íbamos. Seguimos a una familia que iba al «cheese market» (el neerlandés sigue siendo básicamente una incógnita…, aunque ya aprendimos que «queso» es «kaas»), llegamos hasta un punto en el que un ferry te cruza gratis a la otra orilla (es muy común ese servicio, de hecho en Amsterdam lo tomamos para ir al centro las dos veces, una caminando y otra en bici).

Seguíamos a esta familia ya en medio del barrio antiguo cuando a través de la ventana de una casa vemos a dos chicas (de unos 30 y algo) tomando mate… les hicimos seña de tomar y se vinieron «al humo», desesperadas por hablar. Encantadas con ver a un par de argentinos. Una mendocina, en ese pueblito desde hace más de un año; la otra sanjuanina, unos 6 meses por acá. Las dos, mujeres de dos ingenieros argentinos del INVAP, ¡instalando un reactor nuclear en Holanda del Norte! Ay… qué país con tantas contradicciones el nuestro… qué maravilla poder exportar ese talento. Nos decían que unos 10 más iban a llegar en lo que queda del año.

[A todo esto… no usan cortinas… o a lo sumo hay unas pocas para defensa del sol, no de la intimidad. Las casas son increíbles, con muebles preciosos, ordenadas… parecen de revista. Ahí vive clase media, unas casas fantásticas. Nos decían que los inmigrantes de África y Asia viven en otros barrios, con edificios (y no casas), pero con todas las comodidades}

Nos despedimos de las chicas luego de conversar un rato y llegamos ahí no más al mercado, entre medio de canales y puentes

El «mercado» es, en realidad, todo un espectáculo que se hace alrededor de una antigua capilla, convertida en casa de pesaje.

La puesta recuerda la actividad de los antiguos queseros… muy simpático y entretenido:

Desde ya que terminamos comprando quesos…

El mercado, en realidad, tiene de todo… panqueques típicos holandeses

comidas con queso…

zuecos…

… y la posibilidad de jugar un rato 😉

Nos sorprendió lo grande la ciudad, con peatonales y varias calles laterales muy animadas

Llegamos hasta la iglesia principal, en la que se da un esquema bastante reiterado: iglesias originariamente católicas, devenidas protestantes y hoy «desacralizadas», convertidas, como esta, en «a place of culture and connection» (en su versión en inglés). Fue así que escuchamos un concierto de órgano y vimos una muestra de esculturas raras pero muy interesantes…

Algunas casas de Alkmark, increíbles…

La ruta entre estas ciudades / pueblos es lo que una espera de un paisaje holandés… agua, mucha agua, bicisendas inimaginables, ciclistas, vacas «holando», barcazas atravesando esos ríos y canales (o ya el mar!)

Llegamos entonces a…

Edam

Cuna del queso ¡ídem! Entramos por unos caminitos de cuento, llenos de esclusas pintorescas

Hay cantidad de locales de venta, exposición y tours guiados con los quesos

Dimos toda una recorrida por el pueblito (otro más, encantador, por cierto)

Y de nuevo las iglesias recicladas para las actividades de la vida cotidiana o las exigencias de la economía. Esta vez, una con un sector de catering adentro:

Próxima estación…

Monnickendam

De ensueño total… justo en el aniversario número 550 de la expulsión de los españoles con el recurso de abrir los diques e inundarlos… La localidad recibió un estatus especial por ese hecho histórico y ellos lo celebran con una semana de fiestas. ¡Allí estuvimos!

Todo el pueblo decorado para la ocasión…

Y los locales vestidos como en 1573… ¡apenas! Muchos de monjes (porque la fundación fue como monasterio benedictino)

La fiesta incluye juegos, en especial para niños, y puestas en escena

Una mujer nos escuchó hablar en español y se acercó a nosotros para contarnos todo esto… había vivido muchos años en México y en Dominicana. Ella nos marcó el camino a la marina

¡y nos despedimos!

Continuamos rodeados de agua

… hasta llegar a…

Marken

Una isla pequeñísima, al que se llega por ese istmo de apenas dos manos, agua y agua y más agua… bello de bello, todo…

De vuelta en Amsterdam nos aprovisionamos para la cena, cocinamos, cenamos, escribimos… y a dormir. A la mañana siguiente dejábamos la comodidad del camping, a recorrer algunas ciudades antes de llegar a Rotterdam.

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