26SEP2016 – 29SEP2016
¡Qué lindo volver a esta ciudad! ¡Qué lindo reencontrarnos con mi amiga Diana Ramírez Carvajal!
Invitados por la Red Interinstitucional de Derecho Procesal y Justicia (formada por el Colegio de Jueces y Fiscales de Antioquia y varias universidades de la región, coordinada por Diana), participamos del III Seminario Internacional sobre «Argumentación y Oralidad», que tendría lugar los días 27 y 28 de septiembre.
Llegamos apenas pasado el mediodía del sábado 24, en un vuelo excelente de Copa, vía Panamá. En el aeropuerto de Río Negro (Medellín) nos esperaba Diana y el «invierno paisa» («la húmeda»), aunque finalmente no sufriéramos ni de tanta lluvia ni de ese apenas fresquito de la ciudad de la eterna primavera.
Diana nos llevó hasta el hotel Poblado Plaza, aquel mismo que conocí cuando vine por primera vez a Medellín, allá por 2006 si la memoria no me falla. El hotel es excelente, tanto por sus servicios como por su ubicación. La avenida Poblado es muy linda para caminar y al lado hay dos centros comerciales inmensos (Oviedo y Santafé), rodeados de lindos lugares para comer y pasear.
Almorzamos riquísimo con Diana en Creppes & Waffles, un clásico colombiano que también vi en Panamá, y nos acomodamos un rato en el hotel. Diana volvía a su finca de Río Negro, en las afueras de Medellín, lugar donde está finalmente radicada y en cuya universidad -la Universidad Católica de Oriente-está ahora como Decana de Posgrados.
Teníamos la tarde libre y nos decidimos por la recomendación de Diana de ir a ver cine colombiano en el Oviedo. La película Los nadies es durísima, pero un bello y certero cuadro de la vida de muchos de nuestros jóvenes latinoamericanos. Filmada en blanco y negro, no es lascerante ni violenta, más bien lleva a la tristeza y al desasosiego… Muy buena.
Al salir nos cruzamos a uno de los mejores lugares para comer arepas: J y C, que trabajan las arepas como pizzetas, con distintos ingredientes arriba. Con un par de Club Colombia rojas, una delicia.
El domingo 25 nos pasó a buscar Camilo Garzón, un joven colaborador de Diana en la Red y profesor de la Universidad Cooperativa de Colombia (sede Medellín), junto con su esposa Luisa. Ambos están recién casados y son, sencillamente, encantadores. En nuestro hotel también estaba alojado el profesor de la Universidad de Bordeaux (Francia), Arnaud Martin, investigador especialista en derecho transicional (ese «hiato»jurídico que se aplica a los casos de intento de vuelta a la normalidad institucional luego de una guerra o de alguna situación traumática en la vida de un país; en el caso colombiano, esto es parte del régimen jurídico a aplicar para el caso de los acuerdos de paz, el perdón, la memoria, la restauración a las víctimas, los juicios de la verdad, etcétera; otro ejemplo es el de Sudáfrica luego del apartheid… nos preguntábamos por las dificultades que atravesamos con nuestro propio derecho transicional…).
El trayecto en auto hasta Río Negro dura poco más de una hora y la verdad es que lo pasamos muy entretenidos. Arnaud habla un respetabilísimo español y comprende casi todo, con lo que la conversación fue por demás fluida: Argentina, Chile (donde él había estado ocasionalmente), Colombia, el plebiscito «por la paz», la universidad, la enseñanza en general, la política francesa, la europea, la latinoamericana, el burkini, Charlie Hebdo y tanto, tanto más.
Llegamos a la finca de Diana y Carlos en Río Negro… qué maravilla volver a ese paisaje… había estado aquí la primera vez y ya me habían asombrado esas montañas verde oscuro… El plan era comer un asado allí (Diana hizo un asado digno de un argentino, ja ja, delicioso), conversar y compartir con dos de los hijos: Vanessa (que estudia Literatura y escribe) y César (abogado, funcionario del Poder Judicial); más tarde vino una colega de Diana en la UCO, Beatriz, una joven abogada encantadora, que está haciendo su Doctorado en la UCA en Buenos Aires, especialista en Derecho Ambiental.
La realidad es que no paramos de conversar animadamente hasta pasadas las 6pm… ¡sin darnos cuenta! Final del día rimbombante: chocolate caliente con arepitas de choclo… delicia.
Siempre, con la compañía de las increíbles parejas de perros:
Antes, habíamos hecho una recorrida por la finca, modelo de pequeña economía familiar, prontos a dedicarse a la exportación de palta («aguacate», aquí) Hass… una maravilla…
Diana y Carlos tienen una vida envidiable aquí… a 10′ de la universidad donde trabaja, pudiendo hacerlo ambos también desde su casa, el entorno es tan relajante… clima inigualable (26° promedio todo el año), verde sedante, contacto directo con la naturaleza, excelente wifi… What else?, diría George Clooney.
Regresamos al hotel luego de un viaje horrible para los pobres Camilo y Luisa… la congestión de autos que volvían desde Río Negro a Medellín era brutal… volvimos propiamente que a paso de hombre.
El lunes 26 lo dedicamos a organizar nuestros días de descanso y a hacer algo de compras. Gracias al contacto de la profesora Beatriz, dimos con su prima, de una agencia de turismo. Todo el contacto fue por teléfono y, luego de unas aparentes dificultades iniciales (no había disponibilidad en unos vuelos chárter), terminamos haciendo nuestra voluntad: pasar unos días en Capurganá, en la región de Chocó, noroeste del país, en el límite con Panamá, todavía el Caribe. No hubo manera de convencernos para ir a la más mundana San Andrés… vamos por lo agreste, lo rústico 😉 Ya tenemos nuestro «paquete» para pasar 6 noches en el Nautilos de Capurganá… vía avioneta de ADA a Acandí y lancha hasta el destino.
El martes 27 la actividad empezó tempranísimo. Nos pasaron a buscar junto a una profesora portorriqueña encantadora a las 7.30am para ir a Plaza Mayor, el magnífico centro de convenciones de la ciudad de Medellín.
La apertura del Seminario fue con bombos y platillos: la presidente de la Corte Suprema de Justicia nacional y el gran constitucionalista Carlos Bernal Pulido. Ambas intervenciones (con su dimensión más política y académica, respectivamente) estuvieron estupendas… ¡aprendemos tanto! De las diferencias, pero también de los lugares comunes de los problemas en Latinoamérica, claro.
La actividad se extendió hasta las 12, en que fuimos todos juntos a almorzar a uno de los restaurantes espléndidos del complejo. Para las 2pm ya estábamos de vuelta en el Seminario con un panel sobre Justicia Transicional en el que hablaba Arnaud. De nuevo, muy interesante todo.
De vuelta en el hotel alrededor de las 7pm, cenamos todos los panelistas y organizadores juntos.
La segunda jornada del Seminario era la de nuestra participación; yo por la mañana; Mario a la tarde. Creemos que salió todo muy lindo y que nos fue muy bien. Uno siempre piensa que pudo haber sido mejor, pero recibimos comentarios elogiosos y cálidos.
Eso sí, terminamos el día agotados. Llegamos al hotel, nos pusimos cómodos y salimos a caminar. Había que buscar el saco de Mario (que había quedado para alargar mangas) y buscar el enésimo bolso de viaje que compramos… La avioneta de ADA y la lancha por el mar picado del Caribe no son aptas para valijas 😉
Jueves 29 era día de visitas e intervenciones nuestras en universidades participantes de la Red. Temprano dejamos el hotel con las valijas y nos subimos al auto de Camilo Yepes, nuestro alumno el año pasado en el Doctorado de Medellín y profesor de la Universidad Autónoma. Esta universidad tiene una linda historia de fundación: hace 50 años (se cumplen este año) un grupo de estudiantes y profesores dejaron la Universidad de Medellín reclamando «poder estudiar» y, para ello, fundaron la Universidad Autónoma. Sobre las bases de la reforma argentina, copiaron el estatuto de la Universidad Nacional de Córdoba y tienen un cogobierno de profesores y estudiantes que condiciona bastante el rumbo y las decisiones. Sus alumnos proceden de estratos medio-bajos, tienen una de las matrículas más altas en la región y fuerte presencia de sus egresados en instituciones públicas (particularmente, judicatura).
Nos recibieron cálidamente el Decano y el Vice, nos acompañaron al auditorio atiborrado de alumnos donde dimos clase. Una excelente experiencia, con un grupo de estudiantes entusiastas y curiosos, que culminó con un almuerzo allí mismo y una visita por las instalaciones (lo más impactante para nosotros, la «Notaría Académica», donde se simulan con precisión las actividades de una escribanía real… sin desperdicio la profesora a cargo y toda la actividad que despliegan, increíble).
Camilo Yepes nos llevó al encuentro de Camilo Garzón, con quien cambiaríamos de auto para las valijas en el estacionamiento de un centro comercial en el que están las oficinas de Copa. La idea era intentar un cambio en vuelo por el horario de partida del tramo Medellín-Panamá para la vuelta (tenemos 9 horas de espera en ese aeropuerto para la conexión con Rosario) pero no pudo ser… conviene pasar esas 9 horas en un 5*, la banda tarifaria es imposible.
Camilo Garzón y su mujer Luisa nos llevaron hasta su estudio (divino, en un barrio precioso) y de ahí partimos a la Universidad Cooperativa de Colombia (sede Medellín; en la sede Bogotá estuve dos veces, el año pasado y el anteaño).
El edificio de la UCC está recién estrenado… moderno, inteligente, funcional y con una terraza con vistas increíbles de Medellín. Da mucha envidia…. aunque es cierto que, a diferencia de la Medellín o de la Católica de Oriente, no tiene un entorno de vegetación exuberante. Es una torre en medio del centro de la ciudad, pero ciertamente con todas las comodidades imaginables. Impresionante.
También aquí nos recibió el Decano, recorrimos instalaciones y finalmente fuimos a un aula a la que se habían convocado a otros profesores y estudiantes. Dimos clase para ellos (¡yo de intervención de tercerooooos!, malabarismos con un tema tan técnico, salió más o menos bien; Mario de la organización judicial en Argentina y de la toma de decisión judicial…). Creo que estuvimos hora y media entreteniendo a esa gente, son tan pero tan amables y dispuestos que solo esperamos poder retribuir en algo todas estas atenciones.
Terminada la clase, Camilo nos llevó a Río Negro, a casa de Diana. Su otra hija (Isabel) tuvo un bebé en marzo, están radicados en Canadá junto a su marido paisa y habían llegado de visita por unas cuantas semanas. Afortunadamente, la casa es grande… y no nos sentimos tan mal por aceptar la cálida invitación de los amigos 😉