10 ENE 2019
Lake Nakuru – Amboseli National Park
[Escribo esto el sábado 12 de enero, en el tren que nos lleva de Emali a Mombasa; tenemos cuatro horas de viaje, muy confortable. El plan es ponerme al día con la crónica cotidiana y dejar algunos datos y comentarios de Kenia para los días relajados de la playa]
La rutina de salir a las 7am se mantenía. Dejábamos la polvorienta Nakuru pero antes, sí, cómo no, más animales de salida del parque. Ahí estaba el rinoceronte negro (no obstante que luzca blanco)

y no podía faltar la despedida de las hermosas cebras

o el testimonio de una gran comilona

No sabemos cómo ni cuándo ni dónde, pero nuestro guía y conductor lavaba la camioneta todos los días. Es difícil dar cuenta de todos los detalles en los que estaba, siempre atento a nuestras necesidades, buscando la foto, respetando nuestros tiempos… una maravilla.
Ni qué hablar de la prudencia para conducir, en un país bastante anárquico. Precisamente el camino de Nakuru a Amboseli implicaba pasar por Nairobi. En la parte del Rift Valley en que teníamos el paredón de la cadena montañosa (ahora a la izquierda), Gerard nos salvó de dos situaciones horribles con enormes camiones de frente, intentando pasar a otros… por suerte siempre hubo un hueco en el que hábil y raudamente meterse. Uffffffffff.
En las afueras de Nairobi se sumaría James. Nos había dicho que intentaría acompañarnos en Amboseli y, por suerte, pudo hacerlo. Él aportaba más comentarios y datos interesantes a nuestro recorrido, además de que resultaría un gran fotógrafo para una parte de nuestro itinerario.
Ya con él en la camioneta circunvalamos Nairobi y nos marcó Kibera, la villa más grande de la capital, con más de 200.000 personas viviendo allí y algunos proyectos de urbanización.

Con una ruta densamente transitada, dejamos atrás los rascacielos;

esa densidad de tránsito demanda 8 horas para hacer los 450km que separan a Nairobi de Mombasa, algo que el nuevo tren chino, en su versión “express” (sin paradas), hace en 4 horas.
Pasamos por el lugar del emplazamiento de otra metrópolis, entre ambas ciudades importantes, una especie de Silicon Valley keniano, muy incipiente todavía, Konza Techno City.
Cuando el itinerario ya desvía para Amboseli el tráfico casi desaparece y, en su lugar, se divisan nuestras ya viejas compañías… como las jirafas

o las omnipresentes escuelas

A las 2.25pm un cartel anunciaba un nuevo desvío, ya directamente al Amboseli National Park, todavía a unos cuantos kilómetros…

Llegamos al Kibo Amboseli Safari Camp, ¡supuestamente al pie del tan esperado Kilimanjaro (5895m), invisible tras las nubes! El campamento es una opción razonable para alojarse con buenas comodidades y un buen restaurante, a apenas 2km de la entrada del parque. Alojarse adentro del parque en Amboseli empieza con u$s 500 la noche (pensión completa) y trepa mucho más en lodges alucinantes…
Al igual que en los anteriores puntos, el safari está organizado para llegar al almuerzo (¡esta vez a apenas 5’ de las 3pm!) y salir casi de inmediato al game view.
El viaje había sido cansador pero, una vez más, muy instructivo.
Amboseli es “el paraíso de los elefantes”. Se cuentan de a miles y tendríamos la ocasión de verlos en infinidad de formas, distancias y situaciones.
No obstante, apenas entramos al parque en este safari vespertino, lo primero fue una gran concentración de voyeurs… ¡tras un par de chitas! Figuritas difíciles…


Inútil intentar una foto. Estaban lejos y camufladas entre los yuyos (más altos en Amboseli que en Masai Mara), pero pudimos observarlas claramente con nuestros binoculares.
Las manadas de elefantes no se hicieron esperar. Todas las noches inician su camino hacia las villas cercanas, en busca de pastos diferentes.




Un bello comienzo para Amboseli, con fotos del atardecer



De vuelta en el campamento constatamos lo que temíamos, la conexión de internet era pobrísima a casi nula cuando los cientos de pasajeros lo intentábamos —¡todos juntos en la recepción o en el bar!, no hay wifi en las habitaciones—.
Así que… a disfrutar de una cerveza (solita… Mario sigue cuidándose), a cenar y a descansar después de tan larga jornada.
En las carpas/habitaciones hay velas y fósforos y linternas. Teóricamente cortan la luz cuando todos se van a dormir y hasta las 5am, pero hasta donde nuestras visitas nocturnas al baño nos mostraron, eso no ocurrió 😉